Francesco Rembardo, viejo relojero italiano, agoniza en su cama tras una larga vida dedicada a medir el tiempo entre engranajes, mecanismos y manecillas. Ese momento sirve de arranque para una novela trenzada por tres historias, de Nápoles a Génova, unidas por el hilo invisible del tiempo y la aventura por definir su dimensión, pero también por crear las máquinas más hermosas que puedan medirlo.