Sor Mª de Gracia, monja jerónima en Córdoba, refleja cada día en su lectio divina su experiencia de Dios, de sí misma, de los hermanos, de la vida. Es original y espontánea, sin sujeción a metodologías ni técnicas: no parte de una mesa de estudio ni de otro libro que no sea la Biblia. Desgrana la Escritura sin forzarla, sino acariciándola poéticamente, como suave y cariñosamente acaricia en su oración al Universo entero: a cada hermano de todos los tiempos, lenguas y naciones, a la Iglesia y a los sacerdotes, a los niños, a los legisladores, a las madres que dan a luz y a las que abortan, a los pobres, solos y enfermos.