Todo comenz¢ mucho antes de conocernos, porque desde que tengo uso de raz¢n me han interesado estos temas y me apremiaban los deseos por saber. Si la curiosidad fue generadora lo l£dico hizo el resto; jugar es un verbo que me encanta conjugar, el juego lleva a la risa, al bienestar, al compartir. As¡ nos conocimos Vicente y yo a pesar de vivir oc‚ano de por medio y de nunca haber tenido la oportunidad de sentarnos a conversar personalmente. Una cosa lleva a la otra, eso cualquiera lo sabe, as¡ fue como la curiosidad y las ganas de compartir un juego han sido lo que nos llev¢ a escribir este libro. Comenzamos con un peque¤o cuento, quiz ocho o diez p ginas, y fuimos ampliando para abarcar aquello que nos interesaba encarar; lo fuimos investigando, analizando y depurando, hasta que un d¡a dijimos ya est , terminemos aqu¡ mismo. Que por m¡ hubiera seguido con nuestra enciclopedia, como nos gustaba llamar al cuento. Hurgando en internet encontr‚ casi jugando datos para el cuento, cosas tan maravillosas e interesantes que no quise que quedaran de nuevo abandonadas al azar en unos de los tant¡simos lugares en don
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