Vivir con el ordenador. Durante los últimos años ha tenido cada vez más influencia en el ámbito laboral y privado una técnica joven: la informática. Su desarrollo se remonta al siglo pasado, o -teniendo en cuenta antiguas construcciones como calculadoras y aparatos automáticos- hasta a pensadores como Leibniz (1646-1716) o incluso a la Antigüedad.
Sin embargo, la investigación histórica de los antepasados del ordenador depende de lo que se considere indispensable para ser tal. Sólo en nuestro siglo se desarrollaron los principios de los ordenadores comunes de hoy por medio de hombres como Konrad Zuse (1910) y sobre todo John v.Neumann(1903-1957), y -¿cómo iba a ser de otra forma? -fueron utilizados con fines militares. Hasta los años sesenta existieron costosas construcciones con técnica primitiva -desde el punto de vista actual-, cuya utilización estaba reservada al ejército o a la investigación y a relativamente pocos centros de cálculo con usuarios estatales o privados.
En la última década aparecieron aparatos cada vez más pequeños y con mayor capacidad de rendimiento en los puestos de trabajo, cuya tarea en principio ya nada tenía que ver con la máquina. Si antes eran programadores y trabajadores similares los que pasaban horas con un ordenador, ahora son millones de personas las que ocupan un puesto de trabajo ante una pantalla. Ahí les reciben los ordenadores, que también pueden ser denominados como aparatos de informática o microelectrónica, por medio de un teclado de máquina de escribir -el teclado-, una disquetera, una pantalla y eventualmente una impresora.
