Sin iron¡a esta obra podr¡a llevar el t¡tulo ?El problema estudiantil?, porque incluye textos de los reportes diarios as¡ clasificados que los agentes secretos de la Direcci¢n Federal de Seguridad entregan por escrito a su jefe, el entonces capit n Fernando Guti‚rrez Barrios, quien a su vez informa del contenido a Gustavo D¡az Ordaz. La administraci¢n diazordacista quiso extinguir el fuego de una historia todav¡a presente. Para ello embosca ?con todas las agravantes? a una multitud indefensa de ni¤os, j¢venes y adultos en la explanada de una zona cuyos habitantes hab¡an expresado su simpat¡a con el movimiento estudiantil. Lo principal se sabe, pero todav¡a falta mucho por conocer. Consciente de ello el autor incursiona en un mbito casi inexplorado: ¨c¢mo ven y c¢mo viven los esp¡as de D¡az Ordaz las expresiones de esta manifestaci¢n trascendental del descontento social en M‚xico, acumulado durante d‚cadas?; ¨qu‚ informan a Guti‚rrez Barrios los encargados de infiltrar los c¡rculos estudiantiles, magisteriales, de padres y madres de familia, y de dirigentes sindicales involucrados en el movimiento? Una vez s