Cuando mostramos nuestra conformidad con alguien, con una conducta, con unos valores o un proyecto, decimos que nos adherimos. Si, adem s, ayudamos a su realizaci¢n, nuestra adhesi¢n es mayor. Llegamos a decir que hay gente con una adhesi¢n inquebrantable porque ha polarizado su vida en aquella persona o en aquel proyecto positivo con valores aut‚nticos. Cuando la adhesi¢n es a alguien que nos priva de la libertad caemos en la secta y si nos hace esclavos ya no somos adeptos, sino adictos. En esta cuarta sesi¢n aparece ante nosotros Jes£s invitando y pidiendo respuesta en libertad. Quiere adhesiones, pero libres y humanas, sin angustias y con los l¡mites de nuestra capacidad que ‚l admite sin excesivas exigencias. Para ‚l adherirse es afiliarse y afiliarse es vivir como hijo de un Padre com£n de todos. ÿ