"La realidad documental -afirma el autor- prueba que el rey Alfonsono intervino en el golpe de Estado de 1923: lo asumió, eso sí, cuandola inmensa mayoría del país lo asumía y lo aplaudía con entusiasmo.Su gran error radicó en la prolongación del régimen dictatorial". Lasacusaciones de orquestar la dictadura de Primo de Rivera y de cometerirregularidades financieras contribuyeron de modo definitivo aladvenimiento de la II República, y al conflicto de 1936. El profesorSeco no se propone narrar el reinado de Alfonso XIII, sino objetivaresas acusaciones y, ahondar en su trayectoria política y en el juicioque de él hace la historia.