Algo que tibio que matar, de Estefanía Arista, es una obra poética que se adentra, con precisión quirúrgica, en los territorios más íntimos del dolor, trazando una cartografía emocional donde cada verso es cicatriz, memoria y latido. La poeta mexicana construye un universo simbólico en el que el sufrimiento no solo se sufre, sino que se piensa, se observa y, sobre todo, se transforma.
Dividido en secciones que funcionan como estaciones de una travesía interior, el poemario se mueve entre la ternura y la violencia, entre la herida y su contemplación. La voz poética -firme, frágil, luminosa- va desnudando la experiencia del cuerpo, del amor y de la pérdida con una honestidad radical. En su lenguaje coexisten la sutileza y el filo: hay un lirismo contenido que, al liberarse, revela imágenes poderosas, muchas de ellas sostenidas por símbolos naturales -aves, sangre, fuego, agua- que encarnan la emocionalidad femenina, la maternidad, la infancia y el duelo.