"Álvaro" es una historia en donde los valores humanos tienen gran protagonismo, llena de encanto y con algunos tintes de tragedia propios de una pelicula que se esforzara en retratar al milimietro una realidad. Alrededor del eje que configuran el protagonista, Divina - su mujer - y el artista Manuel Patinha, gira un cuerpo de veinticinco años de vida conjunta, una tierna y amarga combinación de vivencias que en muchos casos se creerían imposibles. Pero habrá que adentrarse en el libro para conocer como es debido una excepcional vida humana, la de una persona fuera de lo común.
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ublicar un libro «de autor», un volumen en el que todo el proceso de producción esté controlado de principio a fin por el artista, que además se convierte así en editor de su propia obra, es una tentación que, antes o después, anida en el corazón de la inmensa mayoría de los creadores. Y algo a lo que no ha sido ajeno Manuel Patinha. Pero él ha querido, además, que el libro que ahora publica sea un homenaje. Un homenaje a su mentor, Álvaro García. Al hombre que fue para él, tras su llegada a Galicia, un padre, un hermano y el mayor de los apoyos para seguir avanzando en el mundo del arte sin rendirse jamás.
La obra, impresa ya desde hace días, se presentará la semana próxima, en la sede ferrolana de Afundación, en el transcurso de un acto en el que Patinha estará acompañado por Julia Díaz Sixto, por Mariano Durán y por Esperanza Piñeiro de San Miguel.
«Este homenaje a Álvaro -explicaba Patinha ayer- es un recorrido por su vida. Por la vida de un hombre que nació en las tierras de Monfero, que iba a segar a Castilla, que emigró a Europa y que cuando se instaló en Narón quiso vivir del campo. Desde allí llegó al arte. Y fue mucho lo que hicieron por mí tanto él como su esposa, Divina. Para mí fueron una familia».
Voz de Galicia - Ramón Loureiro
