Arturo, un anciano de 85 a¤os, recuerda en este apasionante relato aquellos meses de reclusi¢n en la bah¡a de Scapa Flow a bordo del crucero de batalla SMS Emden. Por exigencias de los aliados, al final de la 1¦ Guerra Mundial, y como parte importante en las condiciones para el Armisticio, Alemania debe ceder a los aliados su magistral flota imperial como prueba indiscutible de buena voluntad, quedando esta fondeada en la bah¡a de Scapa Flow. All¡ permanecer durante siete largos meses, hasta el cese definitivo de la contienda, llegando a su fin de una forma grotesca a causa, entre otras cosas, de la poca informaci¢n disponible.