El mundo está desordenado, las coordenadas de la cordura han desaparecido, los acontecimientos políticos perdieron la envergadura de sembrar certidumbre, el caos predomina en muchos rincones del planeta y la inseguridad es el umbral y la frontera de la mente humana. Por todos los poros de la sociedad se suda miedo, se transpiran los olores del riesgo, los pensamientos están embarazados de incertidumbre y nada ni nadie ofrecen una plataforma de donde salgan alientos y esperanzas para la humanidad; parece que transitamos por un camino largo y sin destino, donde los sentidos no arriban, la imaginación se rebela a pensar, todos los soportes de la vida entran por el zaguán de la desobediencia y siembran con su desdén burlesco sombras de muerte, enfermedades emergentes, guerras, exclusión, odios y ultrajes a lo largo de la orilla del sendero que todos vamos pisando con pies descalzos y dolor.
Apuntes para la desestructuración de los miedos en la sociedad
Sonia Winer
Arqueología del miedo: voces y piedras en la Pampa Húmeda Pablo Ormazabal
