BAZAR

BAZAR. RELATOS DE UN PERRO VERDE

Editorial:
JAVIER MASEDA
Año de edición:
Materia
CUENTOS
ISBN:
978-84-09-14652-9
Páginas:
96
Encuadernación:
Rústica
Disponibilidad:
Disponible en 1 semana

10,00 €

Aunque es autor de numerosas publicaciones en el campo jurídico-científico, su primera incursión en el mundo literario se presenta en forma de relato, donde reflexiona de manera breve, pero intensa sobre las claves que mueven su vida. “Aunque algunos de los textos son inéditos, ‘Bazar. Relatos de un perro verde’ nació con la intención original de recopilar aquellos que fueron publicados por primera vez en diferentes medios”, como el titulado ‘Viceversa (ou versavice)’, con ilustración de Xurxo Fernández, que vio la luz en EL CORREO.

'Bazar. Relatos de un perro verde' es el título de tu libro, ¿Acaso eres más raro que un perro verde para que optaras por este título? Sinceramente, no lo creo, Javier.

Es una pregunta muy complicada de responder. No sé muy bien qué decirte, María. Tal vez mi perro verde se encuentra en la normalidad y sea tal vez esta misma normalidad la que me convierte en un perro verde.

Uno de tus prologuistas, David Conde, dice que este es un "relato sobre o que somos, o que queremos ser e o que deberiamos ser", toda una complejidad...

Los relatos del libro buscan contar a través de cuentos muchas cosas..., a no tener miedo a la diferencia o a no formar parte del grupo, a pensar por uno mismo y ser críticos, a la ­necesidad de orientarse entre tantas luces que deslumbran o a ser cauteloso a la hora de elegir las influencias... No sé si somos así o, siquiera, si queremos serlo. De lo que sí estoy convencido es de que deberíamos.

Y ese recuerdo a tu abuela... "una vida tiene cien vidas..." ¡Cuánta razón!

Soy de los que pienso que todos somos un poco de nosotros mismos y casi todo de dónde venimos: nietos de nuestros abuelos, hijos de nuestros padres, y hermanos de nuestros hermanos y hermanas. Mis abuelos, o mi madrina, tenían muchas cosas que decir y los nietos muchas ganas de escuchar. La vida que tiene cien vidas que aparece en el libro, además de una gran verdad, es un homenaje a los abuelos a través de mi abuela. ¡Quién puede decir que su vida no tiene cien vidas!

Para los que ya lo hemos leído, entendemos cuando dices: "Cada relato es un mundo en sí y distinto de aquel otro mundo que conforma su conjunto". ¿Cómo se lo explicarías a los futuros ­lectores?

Bueno, nunca pensé en este libro como un todo, sino más bien como una reunión de relatos, por su temática dispar y distancia en el tiempo. Lo cierto es que imaginé cada uno de los relatos por separado. Descubrí más tarde, tras darles un cierto orden, que se comportaban como un todo sin perder su individualidad. Mi intención es que el lector decida cómo quiere vivir el libro, a saltos o de continuo, que es lo mismo que recordarle que disfrute de su libertad. Y, claro, a caminos distintos, experiencias diferentes. La vida que tiene cien vidas...

Qué dominio tienes del lenguaje. ¡Eres un maestro de la metáfora! ¿Dónde adquiriste este arte? Me encanta cuando hablas de tu Álex (cuando aún la guardaba su mamá) y decías: "nueve meses en la bóveda de los tesoros"...

¡Gracias, María! No sé, la metáfora es un recurso muy gallego... ¡Creo que nació en Galicia!... Tiene mucho de camino indirecto... ¡No!... pon mejor de elocuencia indirecta..., como ver la realidad a través de la niebla. Y un gallego como yo que use recursos ­gallegos parece lo natural. Por cierto, no es mi hija Alejandra quien inspira este relato, sino la hija de mi ­hermana Mónica, aunque cualquier hijo o hija podría ser ­protagonista...

¿Qué implica para ti escribir? ¿Una válvula de escape?

¡No, no! No entiendo escribir como una válvula de escape. Más bien como una manera de enfrentarse a la vida, tan válida, irrazonable, comprensible o inexplicable, como cualquier otra. ¡Ni siquiera utilizo el fútbol, mi otra gran pasión, como válvula de escape! Lo cierto es que no quiero escapar de donde estoy porque lo me rodea es un paraíso. Y, aclaro, mi paraíso poco tiene que ver con el común de los paraísos: el mío es mi mujer, mis hijos y la familia..., cuando reímos y también cuando lloramos. ¡Y los buenos amigos! En cualquier caso, sí empleo las letras como medio de expresión, ¡y sin duda como vía prioritaria! Quienes me conocen saben que, por desgracia y contrariamente a como a mí me gustaría, no fui bendecido con el don de la oratoria.

"Son muchas las marcas que nos dejan los zarpazos más feroces de las relaciones sentimentales, hijas cada una de ellas de sus distintas madres y de sus distintos padres". Cuando escribiste este relato, ¿en qué momento vital se encontraba 'el individuo ­sentimental'?

Soy un individuo sentimental, claro. Escribo este relato, sin embargo, como un observador y al hilo de un cortometraje sobre estereotipos sentimentales en el que participé. Nada nos hace más iguales que la necesidad de ser queridos y nada más distintos que nuestra experiencia ­sentimental.

En los momentos más delicados de tu vida, ¿el humor te salvó? Te lo pregunto por esto: "Los superhéroes nunca pierden su sentido del humor. Sigan sus instrucciones y salvarán al mundo".

Una persona honesta, que trabaja y vive honestamente, es un superhéroe ¡aunque no vuele! Si le añade humor, se convierte en la mujer maravilla o en supermán. De eso va el relato. Y a tu pregunta..., sí, por supuesto, la tristeza se lleva mejor desde la alegría. ¡Y no digamos ya la alegría!

¿Cuál es la sensación que te gustaría trasmitir a tus dos ­hijos cuando sepan interpretar tus ­relatos?

Las enseñanzas de vida de mi padre y de mi madre inspiran muchos de los relatos. Confío en que tanto Alejandra como Xabier sean capaces de leerlos en la misma clave, que es lo mismo que decir que sean capaces de leernos correctamente tanto a su madre como a mí. ¿El mensaje?: básicamente, que desde la bondad de corazón se conduzcan con personalidad... En el lenguaje de los niños...: ¡ser bueno no es malo! No sé, quien es padre o madre ­experimenta sin duda la mayor de las felicidades ¡y también el miedo paralizante de los abismos! Creo que no hay mayor ­responsabilidad.

¿Sabes, Javier, cuál es uno de mis favoritos? 'De la confusión. Pum-pum-pum'.

Vivimos tiempos confusos y sin referentes de altura. Es lo que pienso. O los referentes de altura, de contracorriente, incomodan y no aparecen en los medios. Utilizo el relato de la Navidad para tratar de ilustrar la perversión de un sistema que es capaz de manipular su mensaje original y convertirlo en el opuesto, ¡y que lo adoptemos sin rechistar! Es imposible pararse a pensar cuando vivimos todo el rato bajo fuegos artificiales. No son buenos tiempos para la reflexión o para el sentido común, y no digamos ya para el prójimo, los porfavores o las gracias. Nos domina el pensamiento-microondas, los lugares comunes o las ideas de tantos caracteres... No soy optimista. Eso sí, educo a mis hijos con la esperanza de recuperar el optimismo.

Pero también el más duro de todos. 'Del corazón. Palabrita de niña Eva'. ¡Cuánto dolor y cuánto amor hay en ese relato!

Sí, María, el corazón es un ser extraño, capaz de las risas más estruendosas y de los mayores llantos. Este relato es un homenaje a mi mujer y a su férrea voluntad de levantarse, ¡y a hacerlo con alegría!, cuando su corazón le falló hace un tiempo. Como escribo en el libro, personas como ella, de palabras mayores y letras mayúsculas, hacen del diccionario, que es el mundo, un lugar mejor. ­Siempre le digo, ¡a mi manera, claro!, que, aunque tenga un nombre de tres letras, resulta imposible no quererla con la plenitud del abecedario.

Podría seguir preguntándote mil cosas... pero una página es una página. Yo fui de las que leyó el libro a la manera tradicional (de principio a fin), pero ahora lo releo y voy saltando, sobre todo a la parte más íntima y personal. Llegas a tocar la fibra sensible sin caer en lo cursi. Gracias, Javier.

Gracias a ti, María. Un gusto responder a tus preguntas.
El Correo Gallego

El autor:

Javier MASEDA RODRÍGUEZ, nado en Trabada (Lugo, 1968) e criado en Noia (A Coruña), vive actualmente en Santiago de Compostela en compañía da súa muller e os seus dous pequenos, onde exerce como Profesor Titular de Dereito internacional privado na USC. Autor de numerosas publicacións no eido xurídico-científico, incluidos cinco libros, tres deles como único autor, Bazar (relatos de un perro verde) é a súa primeira incursión no campo da literatura máis aló das súas publicacións en formato relato, respondendo así a unha das súas paixóns, a escritura, que, xunto co amor pola súa familia e polo deporte, da sentido ó seu día a día.