¡Oye, tú! No, tú no. El otro, ese que hay detrás. No, ese tampoco; digo el de la izquierda. Ese, ese... Nada, no hay manera. Bueno, hala, no importa. Estimados lectores (sí, tú también): ¡bienvenidos al mundo de Gran Bullanga! Es un lugar estupendo. Y nor