La visita e Elisabeth de Austria a Sevilla en mayo de 1861 es el punto de inflexión en la existencia de Hilda del Carmen, dependienta de una tienda de abanicos donde ambas se encuentran. La casualidad o el destino han querido que la coincidencia de sus fechas de nacimiento, Nochebuena de 1837, permita un recorrido en paralelo por sus vidas , dispares aunque , a la vez similares en sus anhelos de libre determinación.