Los adolescentes, vidas que inician soltando la mano de quienes los protegen, empiezan a volar por la vida y tienen que coger un camino, uno es el bueno y otro es el infernal, el que va a suponer un sufrimiento para los jóvenes y sus familias. Esto va para los adolescentes que escojan el bien. También, que se sepa lo que una madre pasa, el tormento, la pena y el morir en vida del hijo o hija que un día acurrucó entre sus brazos. Camino derecho, camino infernal, pensar con el corazón.