El £ltimo d¡a de Marina en la ciudad. Un viejo pintor incapaz de concluir la que ser su £ltima obra. Un grupo de universitarios en el £ltimo curso de carrera. Un martes cualquiera del £ltimo a¤o del siglo XX. Casi azul, casi triste es una novela de finales. De finales que suponen un punto de partida. Y una canci¢n de Elvis Costello, un beso guardado en un frasco de cristal, Montevideo como una promesa, como una entelequia hegeliana. Todo ello con la personal prosa po‚tica de Julio Oliva, cargada de melancol¡a, de amor, de huidas hacia delante, porque, en definitiva, todos tenemos derecho a que Montevideo exista.