El libro de las coincidencias, de las contradicciones, de las transformaciones, de los juegos extra¤os, de los viajes so¤ados y de los mundos oscuros?*****®Cuando el tendero me pregunt¢ para qu‚ era la soga de diez metros que le estaba comprando, no vacil‚ en decirle la verdad.?Me voy a ahorcar ?le dije mientras le entregaba el billete?. Qu‚dese con el cambio, ya no lo voy a necesitar.El hombre me sonri¢. Pude percibir en su gesto que no me hab¡a cre¡do nada. Tal vez por eso me dio el cambio, y con un toque de picard¡a, trat¢ de seguirme la corriente al mejor estilo de cualquier tendero que se respete.?¨Cu ndo se piensa ahorcar, se¤or? ?me pregunt¢ bajo la mirada de aspaviento de dos mujeres que acababan de llegar a comprar qui‚n sabe qu‚?. Si es que se pude saber ?prosigui¢.?Hoy ?le respond¡?. Antes de que llegue la tormenta? Si mi Dios lo permite.?Recuerde que hoy es martes ?me insisti¢ el tendero, sin prestarle atenci¢n a las dos mujeres que trataban de hacer sus pedidos.?¨Y???Es martes trece, se¤or ?me volvi¢ a decir.?¨Y???Que es un mal d¡a para viajar, se¤or. Y sobre todo si el viaje es tan largo como e
