Un cazador persigue a una bruja. Una bruja oye a un espíritu. Un espíritu busca a un dios. Los brujos eran esclavos, pues solo podían usar su magia cuando sus padres lo ordenaban. Pero hay un nuevo dios en el firmamento, y ahora la magia de los brujos es libre... y eso ha hecho que pasen de esclavos a amenazas. Tara sabe que, si los soldados de su ama la encuentran, la matarán, aunque ella solo sea una inofensiva bruja de aire. Así que huye, sola y perseguida por el hombre más peligroso de la duquesa. Hubiera muerto a las pocas horas, de no ser por un inesperado aliado: un misterioso espíritu al que solo ella puede ver, que dice haber oído la voz de un dios moribundo. Tara acepta acompañarlo en su misión, decidida a ayudar al desconocido que la ha salvado y a descubrir la verdad que esconden sus ojos azules.