Sinopsis
Cayo Plinio Segundo reflexionaba sobre “las inquietudes que tenían los regidores de las ciudades en embellecerlas con estatuas y templos, por el beneficio que reportaba la afluencia de personas”, en una clara referencia al poder mediático y de atracción que las grandes obras arquitectónicas tenían y aún tienen en la sociedad. La producción de estos conjuntos edificados exigía de multitud de personas coordinadas para su construcción y por supuesto del material con que fueron concebidos: la piedra.
Autor: Álvarez Areces, Enrique Miguel
es doctor en Geología y máster en Recursos Geológicos y Geotecnia por la Universidad de Oviedo. Es especialista en el estudio de las canteras históricas, la piedra natural y sus relaciones con el patrimonio arquitectónico construido.