Con todo lo suyo por fuera queda el humano. Más suyo. Menos solaz. Una luz escópica en la pantalla fulge. Con esa frágil cara decircunstancias queda el humano. Y más parecido que nunca al carneroque rumia a su lado. (Tentaciones de San Antonio) El averno estuvoarriba. El Edén abajo. Solo será un instante. La excepción confirma la regla. Ángel y marioneta: he aquí el hombre. (Ecce Homo) Fuércesetambién la muerte de lo recién nacido. De una vez. Pruébese nuestroculpable e infinito amor. Ese que soñamos aterrados tantas veces.Desde lo alto del Paraíso. Con el tierno pimpollo en los brazos. Queno se cayera. Y cómo lo amábamos entonces cuanto más tentábamos elborde. (Que existe algo y no más bien nada)