Desde que su país natal declarara la guerra a un Estado vecino, M. vive en la ciudad de B., exiliada y en una suerte de limbo, aislada de su hogar y su lengua materna, incapaz de escribir. Sin embargo, durante un viaje al extranjero con motivo de un festival literario, cuando acaba varada en una ciudad desconocida sin manera de contactar con nadie, en lugar de perdida se siente liberada: al fin libre de toda raigambre, lo único que desea es dejar atrás no sólo su vida anterior, sino también la propia identidad, para desaparecer. María Stepánova urde un relato magistral, tan inquietante como poético, donde el tiránico presente pugna con los fantasmas del pasado, y realidad y ensueño, literatura y vida se funden.