Durante el a¤o 2000 invito a Susana Espinosa, especialista en Ecolog¡a Ac£stica, a dar un m¢dulo de la Formaci¢n que est bamos realizando en Francia a trav‚s de la Asociaci¢n Arbres de Vie. Experimentamos registrando sonidos de los espacios naturales alrededor del Chƒteau de Mal‚rargues, al sur de Francia, grabando y creando a partir de ellos. Afinamos los niveles perceptivos de nuestra inserci¢n humana en esos espacios naturales, en lo sonoro, en nuestros desplazamientos y movimientos, en las situaciones de interrelaci¢n con lo que nos rodeaba. Result¢ una experiencia muy enriquecedora tanto para los participan- tes, como para la facilitadora. A¤os despu‚s, Susana me propone escribir un documento sobre nuestra Formaci¢n y sus principios, para una publicaci¢n que ella estaba compilando para la Universidad Nacional de Lan£s, Argentina. Cuando me puse a la tarea, intercambiando ideas con Kozana Lucca, nos encontramos pensando un camino emprendido desde varias d‚cadas atr s, que como todo lo que ya ha sido previamente digerido a trav‚s de la experiencia directa, aparec¡a como una construcci¢n y comunicaci¢n no
