DIARIO INTIMO DE LA INGENUA MARILIN

DIARIO INTIMO DE LA INGENUA MARILIN

Editorial:
BOHODON
Año de edición:
Materia
NOVELAS GRÁFICAS
ISBN:
978-84-15976-26-4
Páginas:
400
Encuadernación:
Rústica
Disponibilidad:
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18,00 €
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Marilín se pasó la vida con el alma envasada al vacío, como si estuviera esperando a abrirla cuando el mundo se hubiera afinado a su gusto. Así empieza la novela de José González de la Cruz, y a partir de ahí lo mejor que puede hacer el lector es dejarse arrastrar por el mundo de Marilín, y disfrutar. Sin freno. Es éste un libro escrito con gracia, con ritmo y con escepticismo que envuelve al lector desde el primer momento. Una novela excesiva y brutal como un esperpento, irreverente, divertida y valiente, que nace de una inusual capacidad, la de su autor, para sentir y para ver. Y para contar.José González construye mundos con palabras, y en el que crea aquí en torno a la ingenua Marilín conviven lo más prosaico, lo soez, cuando es el caso, y lo sublime, a través de una serie de personajes caricaturescos y situaciones variopintas, en ocasiones trágicas, y desternillantes en otras. Y sin salir apenas de la habitación de esta prostituta deliciosa y amable se va trazando el retrato de una España dolorosa y tierna, la de la charanga, la pandereta, el espíritu burlón y el alma quieta, de la que hablaba Machado, y a la que el autor parece querer y odiar a partes iguales y a su pesar.A la protagonista, Marilín, dulce como la Irma de Billy Wilder, es imposible no quererla a medida que avanza la novela, al igual que a su novio Sansón, que quiere y no puede. El trágico destino de esta heroína de barrio se nos va desvelando al mismo tiempo que los avatares del resto de los personajes que pasan por su cama, y con los que el autor se detiene, juega, y se divierte destripando sus entrañas, hasta no dejar nada por contar, desnudando cuerpos y miserias, con ironía y con ternura infinitas. Con la visión y la precisión de un entomólogo.La vida está llena de cosas feas, a veces muy dolorosas, dentro y fuera de esta novela. El sentido del humor, la inteligencia y la ternura no cambian la realidad, pero sí la manera de enfocarla, y curan heridas. José González de la Cruz lo sabe, y nos lo muestra.