Todos hemos vivido esta aventura —«dulcísimos y rosas
contra las pantallas»—, pero solo los recién llegados pueden
construir un relato a la altura de su épica. Así sea. Y a partir
de sus palabras intentemos llegar a algún conocimiento: la
memoria ya no es nuestra, a cambio, tenemos gigas y gigas
de almacenamiento. Y sin embargo, la memoria resiste.