Pronium ha mantenido su equilibrio a pesar de la amenaza constante que durante eras ha supuesto la existencia de los zistenios. Desde la muerte en combate de la última soberana de Kamen Kaar, los reinos han permanecido en paz, mientras Lusín , su única hija, crece llena de vida esperando su proclamación como heredera. Será ese día, y lo que en él acontezca , el que cambiará su destino para siempre. La aparición de Tarim, hermanastra de Lusín, y su afán por dañar a la joven, la llevarán a aliarse con Zistenia y provocar la mayor contienda conocida en eras. Aquellos días cambiarán el devenir de los reinos y de sus habitantes, haciendo de Lusín un símbolo de su pueblo y de las guerreras isfras, el baluarte de una estirpe.