Si hay algo que caracteriza la ciudad de Melía es la creencia popular de que las estrellas pueden influir en las vidas de sus habitantes. Gala tiene 19 años y siempre ha creído que las estrellas la ayudan con la relación que tiene con su hermana y el abuelo Clemente, y a cuidar de su sobrino Tadeo. Hasta que su mejor amigo de la infancia vuelve y con él todo el dolor que le causó su despedida. Néstor será clave para que Gala entienda la vida y las estrellas de forma distinta, pero no será el único obstáculo que encontrará. De repente, empezarán a salir a la luz secretos de su familia que harán que se tambalee todo aquello en lo que ella siempre había creído.