El Tiempo y el amor abrasándose por igual. La voracidad de los relojes devorándonos en cada latido. Donde los pasos perdidos es un reflejo del Tiempo calcinándose a si mismo, en nuestra piel, más allá de nuestros párpados. El delirio del amor, tantas veces idealizado y prometiéndose eterno, caminando irremediablemente hacia su destrucción, hacia el olvido... hacia el silencio...