Una misi¢n: desenmascarar al Tercer Reich.Un escenario: la Olimpiada de Berl¡n en 1936.Un ingenio: el cinemat¢grafo.En 1933 el Ministerio de Propaganda del Tercer Reich se erig¡a como una pieza clave para ensalzar el nacionalsocialismo y proclamar su credo pol¡tico. Sin lugar a dudas, la celebraci¢n de los Juegos Ol¡mpicos de Berl¡n se presentaba como una excelente oportunidad para consolidar su hegemon¡a gracias al empleo del cinemat¢grafo.En el convulso Berl¡n de los a¤os treinta, G”tz Bauman huyendo del desconcierto provocado por el incendio del Reichstag, se reencontrar con su amigo Serban y el doctor Kittel. Junto a ellos, descubrir el horror y la barbarie, pero disfrutar de la oportunidad de reconducir su destino.Con el tel¢n de fondo de la Olimpiada de Berl¡n, El altar de las naciones muestra un retrato palpitante del sinsentido de los campos de reclusi¢n, la incertidumbre del Comit‚ Ol¡mpico Internacional o los recelos de Scotland Yard, a trav‚s de unos personajes an¢nimos que tratar n de revelar las intrincadas artima¤as de Adolf Hitler.Un tributo a los Juegos Ol¡mpicos con el cine como testigo d