Un caso insólito tiene desorientada a la policía de
	Barcelona: en el túnel de una estación de metro abandonada, aparece un cadáver
	en unas condiciones difíciles de explicar y más difíciles de creer. Al cadáver
	le han arrancado parte del rostro y en su lugar han colocado una máscara del
	teatro noh tradicional de Japón. 
	
	Cuando en la unidad policial al cargo del caso están
	intentando comprender qué ha podido llevar a una persona a cometer semejante
	crimen, aparece un segundo cadáver en parecidas condiciones. Junto a él, la
	documentación de la exnovia del inspector Andreu Martí, que se enfrentará al
	caso más difícil de su carrera.