El dolor si tiene nombre es una pequeña gran historia vital dedicada a los que como la autora llevan una vida amarrada demasiado tiempo al dolor crónico. En el mismo se destacan asprectos personales (incluidos los emocionales que también provocan otro tipo de sufrimiento), sociales, laborales, familiares y alguno de carácter médico, sin pretender analizarlo desde este último pues no es la finalidad de este libro.
La autora cede todos sus beneficios a diferentes entidades.