Al final de un día malo, Javier se encuentra con un anciano que le da un espejo para ver su futuro. El espejo se le rompe, pero Javier consigue un fragmento en el que puede contemplar el futuro con veinticuatro horas de antelación.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información