Este libro presenta un nuevo análisis de la organización, estructura y cambios del Estado faraónico a lo largo de tres milenios de su historia. Arroja una nueva luz sobre este tema al aportar los últimos avances en la teoría del Estado y la arqueología, especialmente el estudio comparativo de la estructura de los Estados y los imperios antiguos. El papel desempeñado por el Egipto faraónico en los nuevos estudios a menudo reitera viejas opiniones sobre la estabilidad, el conservadurismo y el «excepcionalismo» de la monarquía egipcia, que supuestamente se mantuvieron iguales a lo largo de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, pero este estudio acaba con estos mitos establecidos. El antiguo Egipto compartía muchos paralelismos con otras sociedades de la Edad del Bronce y del Hierro, como demuestra un análisis de la estructura del Estado, de los límites del poder real, de la autoridad de los micropoderes locales, a menudo ignorados (como los potentados provinciales y los ricos no pertenecientes a la élite), y de la circulación y el control de la riqueza. Egipto experimentó profundos cambios en su organiza