El mejor de los nuestros aborda un caso de violencia de género a través de la puesta en escena de un periodo de tiempo de la vida de un matrimonio, desde su boda hasta su encuentro en la cárcel, después de la condena de uno de ellos. La obra se concibe para cuatro personajes: dos roles masculinos y dos femeninos. Aunque poco se específica del espacio, Aurora Mateos indica que debe representar una gran ciudad del presente. Esta flexibilidad en la puesta en escena refuerza la universalidad de la obra, indicando cómo las problemáticas que se presentan no están limitadas por el género de sus personajes, el tiempo en que convergen o el espacio.