El señor Zarrapastroso comía guisos asquerosos. Su platillo favoritoera un ratón relleno frito. Ollas llenas de babosas regordetas yolorosas, hamburguesas de lombriz con mocos de su nariz, estofado dealacrán con un toque de azafrán, y para darse un agasajo: tostadas derenacuajo.Un día, el señor Zarrapastroso decide hornear un pastel muy especial,con los ingredientes más repugnantes que te puedas imaginar. Perocuando el pastel cobra vida y trata de comérselo a él, descubre quetal vez sea hora de cambiar sus repulsivas costumbres.