Virus, bacterias, hongos, lobos, secuoyas milenarias y bosques de abetos y abedules proliferan y se diseminan a lo largo de una obra que, siguiendo las redes que conectan organismos simples y complejos, recorre tallos subterráneos, recuerdos escolares, hazañas del activismo ambiental y un medio natural en delicado equilibrio donde la lengua del imperio impone categorías y se opera por dominación y extracción de recursos. Un libro que podría leerse como un manual de ciencias naturales, una enciclopedia de botánica o también, un ensayo sobre ecología forestal.