Peridis firma la novela de su vida.Hay tesoros que solo se encuentran cuando miramos al pasado con nuevos ojos. Esta historia empieza como un cuento de hadas: hace más de setenta años, en otro tiempo y, desde luego, en otro mundo. En un pueblo muy cerca de una montaña agreste, entre las ruinas de un convento comido por los siglos y la hiedra, un niño avispado acompaña a su madre a sembrar unos surcos de habichuelas. Allí, el pequeño José María aprende la primera de una serie de lecciones que le acompañarán toda la vida: se recoge lo que se siembra. Y él, José María Pérez, animado por un entusiasmo sin límites y una capacidad de trabajo homérica, sigue siendo un sembrador incansable. En este libro, con su peculiar estilo, bienhumorado y sabio, con una pizca de fantasía y mucho, muchísimo sentido del humor, el pequeño José María, pero también el Gran Peridis, realiza un repaso vital desde su infancia rural en la montaña palentina durante la posguerra. Sobre todo, ofrece un homenaje a todas aquellas personas que ayudaron y se dejaron ayudar, que cambiaron su vida a la vez que participaban en la restauración de