La vejez, si se alcanza, es algo natural y, por lo tanto, hay que saber vivirla lo mejor posible.
La vejez es una época envidiable.
Con la edad tomas distancia, aprendes a hacer las cosas sin presión, el tiempo está en tus manos y puedes disfrutar de esa libertad.
Si la vida te ha mantenido ajetreado, ahora puedes descubrir el objetivo en tu vida y buscarlo, mirar atrás y ver un camino con sentido, mirar alrededor y ser feliz.
Sin embargo, es evidente que la vejez extrema o una vejez dañada por una enfermedad que te impida ?vivir? transforman la vejez en un martirio.
El tren está por pasar ofrece soluciones a esta delicada y triste realidad, para recobrar, al menos, la armonía.