Durante gran parte de la historia de la humanidad, el mito y la religi¢n han servido como f¢rmulas de entender la realidad, de encontrar sentido a la vida y de gobernarse con unos principios ‚ticos. Adem s, la religi¢n, erigida en instituci¢n, ha gobernado y dominado las acciones de los hombres.No obstante, conforme se desarrolla la ciencia, ‚sta va ocupando progresivamente las funciones que anta¤o ten¡a la religi¢n. Y no s¢lo en la explicaci¢n de la realidad, sino tambi‚n para encontrarsentido a la existencia o en el establecimiento de principios ‚ticos. Cuando la ciencia avanza, la religi¢n da un paso atr s. Pero la ciencia es modesta y no pretende imponer su conocimiento, sino explicar sus descubrimientos. De hecho, este libro no se habr¡a escrito si no fuera por la intolerancia y el ataque furibundo de algunos jerarcas de la Conferencia Episcopal Espa¤ola ante los avances sociales y ‚ticos de una sociedad moderna y laica.