AA.VV
En el periodo bajomedieval la monarquía fue ampliando su poder e iba construyendo paulatinamente un entramado institucional y estatal. Para ello debía contar con colaboradores y servidores, cada vez más numerosos y con mayor formación. Fue muy habitual que estos formasen parte del estamento eclesiástico. Así, aparentemente, estaban entre el cielo, por su condición de eclesiásticos, y la tierra, como servidores del rey.