Los protagonistas de esta novela no tienen nada que envidiar a los Montescos y los Capuletos. Aunque no fue por diferencias de linaje, la tierra, el mar y la distancia, siempre fueron y siguen siendo obstáculos en su historia de amor. Empezó en la adolescencia y en Montevideo, ciudad de residencia de los dos por aquellos entonces.
Las familias de los jóvenes, emigraron a distintos países de Europa en busca de una vida mejor; uno a España y otro a Italia. Eran unos niños, pero se amaban profundamente y nadie, ni el destino, hizo nada por impedir la separación.
43 años después, a través de esa máquina del tiempo que es Facebook, se encontraron. Sus vidas habían tomado caminos alternativos, los dos tenían familia, pero… seguían amándose.