Estaciones sin rumbo habla de amor y dolor, de esperanza y reflexión, y de todo cuanto a veces el corazón calla. A través de sus versos, narra la huella de un amor y la pérdida de toda esperanza que, al igual que las hojas de los árboles en primavera, regresará otra vez dejando una paz como producto final que conducirá a una profunda reflexión.