Enmarcada en un contexto convulso de cambios sociales, políticos y culturales, la personalidad de Evaristo Valle se va pergeñando al mismo tiempo que lo hace su arte. Un arte universal pero de fuertes vínculos regionalistas que tendrá en la pintura y la literatura sus principales muestras de genialidad. Con un acentuado sentido poético, Vallina se adentra en la personalidad compleja y contradictoria de un hombre excepcional que trasciende y se eleva sagrado sobre el mismo arte.