Existe un abismo entre cómo creemos que deberíamos vivir la sexualidad, cómo
	la mostramos a los demás y cómo la vivimos en realidad. Fingimos orgasmos,
	follamos por fardar, soñamos con los tríos que vemos en el porno, nos
	acomplejan nuestras pollas y nuestras tetas... Y sin embargo nunca hemos
	hecho tanto alarde de nuestra libertad y de nuestro placer. ¡Somos tan
	modernos!
	En esta sociedad narcisista, regida por el imperativo de la apariencia, el engaño
	es la moneda de cambio de los vínculos afectivos y, por supuesto, sexuales.
	Aterrados por la intimidad, el compromiso, el rechazo y la soledad, vendemos
	de nosotros mismos una imagen vacía y vanidosa, y cuando nos juntamos con
	otro para saciar nuestra ansiedad, voilà: nos hemos convertido en dos imágenes
	follando. La gran vanidad contemporánea.
	Con un aire fresco y desacomplejado, Adriana Royo, sexóloga y terapeuta,
	destapa todas las falsedades que construimos alrededor del sexo y de las
	relaciones afectivas. Confía que más allá del narcisismo, las máscaras y la
	superficialidad, un sexo sincero, íntimo y bien explorado puede ayudarnos a
	reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás.