La práctica artística de Hiraki Sawa cuestiona la ontología de la imagen en movimiento, los confines del espacio expositivo y los límites de la narrativa de la imagen. Sus temáticas discurren desde la memoria y la amnesia, a la exploración celeste y las fantasías infantiles, conjurando intensamente un universo singular en el que colisionan paisajes imaginarios con sensaciones, recuerdos y excavaciones documentadas.