Un nuevo mundo necesita de nuevas palabras, de ahí el nombre dellibro:áFu-turista,ápero lo que parece un juego de palabras es más bien una declaración de intenciones? ¿o acaso no planificamos más nuestras vacaciones que nuestra vida? Elegimos el destino, a dónde queremosir, lo que queremos ver y lo que no. Pues quizá con el futurodeberíamos hacer lo mismo que con nuestras vacaciones: ponerleatención? e intención.
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Dicen que somos el resultado de laspreguntas que nos hacemos. Si una de las preguntas que ronda tu cabeza es ¿cómo será el futuro? y esperas que este libro le dé respuesta,cambia de libro. Pero si cambias tu pregunta por ¿cómo quieres que sea el futuro?, te invito a que lo leas.
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El lenguaje cambianuestro comportamiento y la tecnología, de alguna manera, es unlenguaje que es necesario aprender, a no ser que queramos que acabe«hablando por nosotros».