Tres entretenidos amigos llamados Mente, Corazón y Cuerpo trabajaban en armonía, complementándose mutuamente y dando vida a creaciones maravillosas. Sin embargo, cuando Mente se deja llevar por su ego inflado, se separa de sus dos amiguitos y todo se desmorona. Sus ideas se vuelven vacías y sin vida, pues ha perdido el vínculo esencial con los sentimientos y la corporalidad.
Sólo cuando Mente reconoce su interdependencia con Corazón y Cuerpo, y acepta la necesidad de estar integrados, algo sorprendente sucede...
Un mensaje para todos los niños que, desde temprana edad, se les educa principalmente para aprender y destacar intelectualmente. Sin embargo, este enfoque desbalanceado deja de lado la importancia vital de cultivar y honrar los sentimientos y emociones, así como la salud y el movimiento corporal a través del deporte y expresiones artísticas corporales.
