En mayo de 1949 Sicilia acoge la salida y las primeras dos etapas del Giro de Italia. La 32ª edición fue memorable, entre otras cosas, porque tuvo a un cronista de excepción: Dino Buzzati corresponsal del "Corriere della Sera". El escritor y periodista no se limita a la crónica deportiva, sino que construye un memorable retrato de aquella Italia eufórica e inquieta que necesitaba olvidar.