Las guerras actuales y futuras son y serán guerras asimétricas. La razón es evidente: la guerra simétrica no es ya posible, ya sea por la desproporción de medios existente entre los países de alto presupuesto militar y los de bajo presupuesto, destacando entre los primeros la mayor potencia militar del mundo, EEUU; ya sea por los altísimos riesgos que asumiría el atacante ante un rival con capacidad nuclear o bacteriológica. Una asimetría que tiene un claro exponente en el contencioso que EEUU alienta y desarrolla en Oriente Medio. Las principales características de esa guerra asimétrica que hoy se está librando son: la revalorización de la guerra de guerrillas y la utilización de la acción kamikaze; la desterritorialización, desestatalización y desnacionalización del conflicto; la comunicación como instrumento de guerra; la relativización del factor tiempo, que ha pasado a ser secundario para el contendiente de menor capacidad militar convencional; la presencia de un enemigo difuso camuflado entre la población civil y no consolidado en un área geográfica determinada; y la irrupción del Islam como ideolog