«Me atrevería a decir que uno de los viajes principales que propone Hasta que nos duelan las costillas es un intento de pasar de la vergüenza de anunciarse —«o sea perdón por la interrupción / o sea perdón por la intensidad»— al encuentro de referencias a las que aferrarse. Es el paso de una infancia marcada por la ausencia de conceptos y de relaciones a la adolescencia plagada de toda una mitología cultural. Ahí aparece todo lo pop: nuestras cantantes favoritas de la adolescencia, las series de instituto, los coming of age. Lorde, Lana Del Rey, Marina and the Diamonds o Greta Gerwig son algunos de los nombres que forman la constelación del imaginario de Javi Navarro que se va expandiendo como aquella concepción de la infancia; y la adolescencia, bajo la misma saturación y peso de expectativas que su edad antecesora, cae.» -Del prólogo de Juanpe Sánchez López Hasta que nos duelan las costillas es un poemario —o mejor, un poema en plano secuencia de ochenta páginas— que irrumpe en la tradición de las obras de crecimiento y paso a la madurez en forma de Notre-Dame ardiendo. Escr