El debut de Gonzalo Torné constituye la génesis de la historia privada de los Montsalvatges y de quienes los orbitan. En esta novela se explora la crisis matrimonial de Clara, la relación de tirantez con sus hermanos y el recuerdo opaco que su abuelo, Gabriel, le cede al morir: el de la desolación fatal de la guerra y las posteriores contingencias que derivaron en su propio nacimiento.